martes, diciembre 6

Somos todo


Somos así
a cada centímetro de carne
completos,
construidos con cada trozo de historia
hechos con noches y días
con golpes y maldiciones
con tequila barato, cigarrillos sin filtro
y múltiples abandonos.

Nos hacemos poco a poco
y nos edifica la perversidad del amor,
los olvidos intencionales
el silencio
las charlas amenas
los amigos
los amantes de ocasión
los amores tontos y callados
los viajes intrincados
el transporte público,
las deudas… también nos edifican.

Somos el paisaje con sus puestas de sol
con las putas de la esquina
con los niños de coladera
y los impuestos del estado
así somos
lo que vemos y aquello que se ignora
somos todo,
aunque a veces parezca nada,
aunque a veces pese tanto.

domingo, diciembre 4

Tendencias



Regresé un día con la certeza de estar sana, curada,
con todos mis males separados del presente.
Bajé del avión y me recorrí el cuerpo con las manos:
¡Estoy curada!, repetía alegremente para mí.
¡Estoy curada!, y mi sonrisa se notaba con asombro.
¿Estoy curada?
[Entonces se convirtió en pregunta]

¿Qué haré si estoy curada?
¿Cómo vive un sano?
¿Cómo transcurre un no suicida?
Siempre he tenido esas tendencias
No sé vivir de otra manera,
salvo al lado de la muerte,
acariciándole las piernas,
seduciéndola en las noches,
amándola por las mañanas.

Estoy curada… y un trozo de mi alma se ha marchado.
Estoy curada…
estoy cura…
estoy…
[llanto].


Partos


El día que la perdí estaba pensando en un poema
nacían adjetivos, verbos, imágenes,
todo se paseaba en el pensamiento
como los domingos en la plaza 
mientras ella se disipaba entre la gente

sueño
hambre
miedo
llanto
moléculas de dolor construyendo el terrible imaginario de su ausencia
gritos
desesperación por encontrarla
culpa
las manos entumidas por soltarla
gente estorbando en todas partes
llanto acumulado en la garganta
escalofríos
oscuridad

era ya de noche cuando pude hallarla:
ella, con sus lágrimas que fueron mares,
con una cajita que abrazaba al decir mi nombre
ella suspiró con alivio y se refugió en mi pecho...
y nuestros dolores de parto cesaron:
nacimos de nuevo en el reencuentro.