miércoles, julio 4

a las diez de la mañana

















Voy dejando trozos de mí en todas partes.
La piel me abandona en desbandada;
prefiere tirarse al vacío que continuar sobre estos hombros.
Para cuando vuelvas habré mutado en otra cosa
en flor, en ave, en viento.
Terminaré por cambiar pronto de envoltura
por no saber qué soy,
pero así pasa con frecuencia,
eventualmente me transformo:
a veces cuerva
a veces loca
a veces hielo
a veces constrictora;
y podría recordar mis vidas anteriores
antes fui ermitaña
suicida,
demonia,
y justo ahora
a las diez de la mañana
en una oficina de burócrata renegado
me siento sola, atolondrada.
[julio 4, 10:43]

2 comentarios:

Ío dijo...

Me dejaste la piel vacía, la boca llena de huesos.
Que buen poema, Ylla¡
Besos

Ío

Aída dijo...

"La boca llena de huesos" y tu me regalas una imagen nostálgica y hermosa... gracias por tu lectura!!

Besos!