sábado, enero 19

verbo















He tatuado un silencio entre mis manos
son la plegaria que me acompaña.

He dejado que crezca el pasto
para perder tu sendero entre la maleza.

Murieron las luciérnagas
[se apagaron]
y ese mutismo guajiro
me invade
recuerda mi pasado
[que nunca he sido de esta tierra]
y que huir es un verbo con fuertes ecos en mi pecho.

2 comentarios:

Ricardo Miñana dijo...

Hola guapa, un poema precioso,
es un placer pasar por tu espacio,
que tengas una feliz semana.
saludos.

Aída dijo...

Gracias por tu lectura, Ricardo. Es grato tenerte como lector.

Saludos !!