martes, noviembre 14

Cuerpos en red IV

Desde la comodidad de la distancia en una especie de discurso desasociado, habla el yo, el otro yo, el súper yo, todos al mismo tiempo y se atropellan uno a otro para salir protagonistas en ese cobarde semianonimato que da esta red. Y opinan. ¿Qué opinan? Todo. Lo que sea. Nada. Ahora todos son expertos en cualquiercosa y en todotema. Muchos creen “nadie me escucha”. La enunciación es silenciosa, a la distancia. Y los diarios acrecentando la falacia del eufemismo, la repartición de culpas, la muerte real y la simbólica de las víctimas.

El problema de lo escrito es que pareciera que la enunciación no viniera de una voz, de alguien, de ese que también es otro; que se condena al guardar las apariencias, las proporciones, la tradición del estigma sobre el que no puede defenderse.

Opinar, entonces, debe tomarse en serio; porque la opinión es construcción; las cárceles también son construcciones, las fosas clandestinas, la persecución, el odio.


Fuente: http://bit.ly/2ii3z4z


1 comentario:

Eras López dijo...

¿Sabes? Estas portadas son muy reveladoras de lo que comentas. El lenguaje si importa y creemos que no tenemos a nadie enfrente, como si nadie estuviera siendo testigo de lo que pasa. Creo que todos somos testigos silenciosos de la crueldad y la barbarie, eso nos convierte en cómplices. Pasar la culpa a la víctima es una práctica tradicional de injusticia y sobre todo de justificación para el criminal. Debemos acabar con esas formas tradicionales de transmitir los discursos.