Sobre la escritura
Iniciar la frase, el renglón, la
idea…
comenzar en el cuaderno y
continuar;
continuar por el dorso de la
mano,
el antebrazo, el pecho.
Seguir la escritura y saturar el
cuello, el rostro.
Hacer brotar la escritura por lo
ojos, entre el llanto,
verla escurrir hasta llegar a la
comisura de los labios
y probar su sabor, su textura.
Sentir la escritura en la
garganta,
queriendo salir de vuelta,
y comenzar la frase en mi
cuaderno,
para continuar en el dorso de la
mano…