Abro las piernas y pienso en Mariana constrictor,
luego recuerdo el terremoto del
ochenta y cinco,
los pendientes de oficina, la
charla del taxista
me pregunto por aromas que no
conozco
y olvido que existen los años
bisiestos.
Abro las piernas
y la creación entera
brota de mis entrañas
mientras alguien me pregunta
qué tengo en la cabeza.
–Musiquita… susurro,
para luego pensar en la arena
que se pega en el cuerpo cuando
se nada en el mar.