martes, noviembre 27

(Transgresiones)















I
Te descubres como ejemplar atípico,
hecho de transgresiones
de malos hábitos,
vicios, opinan algunos.

Eres quien escandaliza los silencios
y deambula en las madrugadas
para ver si te topas
─de frente─
a esa que llaman muerte.

Te miras de reojo en el espejo.
Tratas de hallar una definición propia
pero tu mente permanece en blanco,
tan sólo eres capaz
de enumerar algunas costumbres:
eres la que se limpia las orejas con las llaves,
la que fuma en áreas prohibidas,
la que miente de cuando en cuando
como un ejercicio de afirmación continua;
aquella que se masturba en horas de trabajo
y vuelve a sus asuntos con la sonrisa relajada,
a quien  no le importa el mañana
por eso evita las agendas
y sale a la calle a ver qué cosa le depara el día
aunque eso signifique regalar el cuerpo en una esquina.

lunes, noviembre 26

Aire











Me deshojo,
se van lejos, volando,
cargando letras,
trozos de historias,
recuerdos, anhelos.

Me quedo sola,
petrificada cual rama vieja…

Y el tiempo se va
y los cuentos se van
los días, las lunas
los perros, las risas se van
Se van la tinta, el cuaderno, el llanto se va

Y me deshojo, me desdigo, me deshago…
Me desplomo…

Pendientes para después de abrir los ojos









Uno: amar la vida como si fuera viernes.
Dos: superar los miedos, vencerlos.
Tres: dejar los trastes sucios y salir a patinar.
Cuatro: contraer amnesia  como la gripe de otoño. Olvidar.
Cinco: poner la mente en blanco.
Seis: dibujar en la mente en blanco con crayolas de colores.
Siete: cantar en la ducha.
Ocho: dormir hasta el mediodía.
Nueve: huir a la playa con cada marejada.
Diez: beber canela caliente en el desayuno.
Once: pretextar cualquier cosa —la que sea— y reescribirme cada día.
Doce: repensar-
                        nos.
                                   hasta agotar la memoria.
                                                           hasta claudicar los anhelos. 

Ítaca












Soy Ulises que busca a Ítaca.
Soy Ulises que vence las vicisitudes,
que lucha contra el embeleso de los cantos de sirenas.

Soy Ulises que derrota una faena entera de trabajo
en este mar de conjeturas
en esta ciudad ingrata.

Soy Ulises ya de vuelta en Ítaca
buscando a Penélope por cada rincón de la casa…
pero tan sólo he hallado sus tejidos.

Soy Ulises en Ítaca que descubre a Penélope frente al espejo:
soy el guerrero al tiempo que la tejedora. 

domingo, noviembre 11

4 meses










Revisas las fotos de hace 4 meses.
Éramos tan felices
—piensas—.
Hace tanto y tan poco al mismo tiempo:
perdimos la fe,
la voz,
la cabellera
y dejamos morir las mariposas que aún eran capullos.
Éramos mentiras…
—susurras—
y dejas los recuerdos en un rincón de la casa.

sábado, noviembre 10

Difunto (parte 7, final)
















XXXVI

Se terminaron mis fuerzas
mis ganas de nombrarte.
Siempre supe
que el recuerdo, a tanto recurrirlo
se desgasta,
se somete al olvido o al desgano.

De tanto odiarte, Difunto,
se me hizo polvo el cariño
se achicó mi fe.

Difunto, y mis manos,
después de tanto asir,
te pudieron soltar.

XXXVII

Difunto,
en tu persecución insensata
por embaucarme con tu voz
y tu manía
de cohonestar cada uno de tus actos,
has provocado,
no sólo mi apatía,
sino el desamor con que te escribo.

XXXVIII

Devoraré tus silencios
serán las mentiras,
tu ausencia,
el pan y el vino,
el acto eucarístico más grande,
el sacramento tatuado por el cuerpo
con que recordaré
tu tránsito devastador por mi sendero.

Y ahora, Difunto,
guardo un minuto de silencio
por tu sueño eterno;
lo dejo atorado
en la garganta de los ciegos,
de los moribundos,
en la lectura de los sabios.
Y te veo morir,  con desgano,
en medio de este ritual memorífago.


 XXXIX

Después de tanto,
Difunto, observo tus ojos
con miradas agónicas
—estertóricas—
los contemplo con mi aliento memoricida
—crotálico—
y te veo morir con prisa…
Así pasa, Difunto,
los muertos, a pesar del dolor
y después de las lágrimas
terminan olvidados
en una tumba fría,
en un panteón sereno,
donde ya nadie los visita.

XL

En una cuarentena de actos te suicido,
te aplico la eutanasia,
te aviento al precipicio,
desuello tu presencia.

En una sarta de versos dolorosos
me despido,
te destituyo de estos labios,
te arrojo a la indiferencia.

En ese montón de llanto desenfadado,  
escrito a punta de rabia y de nostalgia,
he inmolado la fe,
mas no la mía,
sino la que tuve en ti.












La escritura como paliativo del llanto: caligrafía que suaviza realidades, atenuante de fracasos, distractor de mis pesares, ardid para escapar de la locura: la escritura como paliativo del llanto: caligrafía que suaviza realidades, atenuante de fracasos, distractor de mis pesares, ardid para escapar de la locura: la escritura como paliativo del llanto: caligrafía que suaviza realidades, atenuante de fracasos, distractor de mis pesares, ardid para escapar de la locura: la escritura como paliativo del llanto: caligrafía que suaviza realidades, atenuante de fracasos, distractor de mis pesares, ardid para escapar de la locura: la escritura como paliativo del llanto: caligrafía que suaviza realidades, atenuante de fracasos, distractor de mis pesares, ardid para escapar de la locura: la escritura como paliativo del llanto: caligrafía que suaviza realidades, atenuante de fracasos, distractor de mis pesares, ardid para escapar de la locura: la escritura como paliativo del llanto…

10 38 11 23 9:30

















10 38 11 23  9:30
Se lee en una de mis notas
¿Qué habré querido decir con eso?
Rememoro el dato con insistencia.
No entiendo.
Es como si fuese otra aquella que escribió,
una cuyos secretos guarda con recelo
                                             hasta de mí.
                                                       ¿Quién era yo, aquella, entonces?

Cambios















Ves una película francesa,
te quedas hasta que terminan los créditos
y tienes ganas de fumar como antes,
de embelesarte con el humo,
de beberte el tiempo de una bocanada.

Sospechas que al salir de la sala
el mundo no será el mismo,
algo habrá cambiado
algo se habrá roto
y ya no serás la misma
aunque fumes Delicados
con filtro,
como años atrás.
Sabes que ya no amarás
Sin saber cómo ni cuándo ni de dónde.
Caminas por la calle sin gente.
Suspiras,
porque sabes que los cambios son necesarios. 

miércoles, noviembre 7

Difunto (parte 6)















XXXV

Difunto
escucho tus estertores
entre mis madrugadas;
te sé en otro tiempo,
en aquel de quienes fueron.
Ya no temo a tu fantasma, Difunto,
tampoco creo en tu aparición.
Sé que no eres verdadero
sino toda una mentira:
desde tu estampa hasta la última letra de tu boca.

XXXVI

Recuerdo tantas cartas,
aquellas palabras y tus ruegos,
Difunto
sé que mientes para no ser quien pierda la partida,
para salvar esa razón que defiendes con tu vida.
Pues vete enterando, Difunto,
que no hay cosa que te crea,
ni palabra tuya en que confíe:
                                                           crecí.

Destino














Comienzo a creer que el destino sí existe,
que no es otra cosa que la repetición infinita
de aquello que duele.
Y si existe…
¿Por qué cuesta tanto resignarse?
Destino-marea,
que regresa a mi playa
después de 7 años de calma
y retorna cíclicamente
para dejar manifiesto
mi papel en el mundo:
un poco menos que nada,
un juego fortuito,
el azar condenado. 

Definiciones













Mujer:
paridora de ideas,
símbolos, conjuros, universos,
mentes, misterios. Dios, Diosa.
Los dos movimientos de un latido.

Destino:
eso que no existe,
pero que todos imploran.

Infancia:
tiempo pasado
indeterminado,
al mismo tiempo,
determinante.

Fin:
ausencia de recuerdos.

Memoria:
tatuajes intangibles
hechos con tinta indeleble. 

jueves, noviembre 1

Quise












Siempre quise contestar tus cartas,
corresponder tu cariño.
Siempre quise,
pero no pude.
Este desencanto fue más grande que tus labios,
que tu voluntad jurada
en una tarde llena de brisa marina:
y mi búsqueda que es flagelo me arrancó de tu playa
de las olas de mi costa
para naufragarme en el asfalto de este sitio
donde el amor siempre es mentira
y las palabras,
cuchillos que desagarran lento toda fe.

Siempre quise, pero no pude.