miércoles, noviembre 7

Difunto (parte 6)















XXXV

Difunto
escucho tus estertores
entre mis madrugadas;
te sé en otro tiempo,
en aquel de quienes fueron.
Ya no temo a tu fantasma, Difunto,
tampoco creo en tu aparición.
Sé que no eres verdadero
sino toda una mentira:
desde tu estampa hasta la última letra de tu boca.

XXXVI

Recuerdo tantas cartas,
aquellas palabras y tus ruegos,
Difunto
sé que mientes para no ser quien pierda la partida,
para salvar esa razón que defiendes con tu vida.
Pues vete enterando, Difunto,
que no hay cosa que te crea,
ni palabra tuya en que confíe:
                                                           crecí.

No hay comentarios: