jueves, junio 28

Gente


















Gente que duerme en los peseros con la boca abierta.
Gente que toma yogurt light a media noche.
Tú dices que los colores del cuerpo cambian,
caminan,
se esparcen,
se deslavan con el tiempo.
Yo me quedo en silencio mirando desde la ventana.
Gente que espía a sus vecinos.
Gente que nunca duerme.
Quiero dejarme ir con cada beso,
tener un presente continuo a tu lado,
vivir contigo los instantes y que sean muchos y por mucho tiempo.
Gente que queda atrapada en los remolinos de sus lágrimas,
que no llega a ningún acuerdo.
No sé de artes adivinatorias,
no entiendo qué pasará mañana
pero me abandono en tus brazos.
Gente que se transforma en plumas de aves azules.
Gente que se corta la piel para inyectarle flores.
Te digo que te quiero,
me contestas que tú más:
Gente necia que se encuentra.
Gente que no es casualidad ni coincidencia.
[junio 28, 15:00]

miércoles, junio 27

Costumbres














Te pregunto si volverás de tu viaje.
Me dices que sí y mencionas el día y la hora;
hago una mueca en la oscuridad que seguramente no notas:
“hay viajes de los que uno no vuelve del todo
aunque regrese a su punto de origen”.
-te digo-
mi pregunta velada era si volverás a mí después de tu viaje,
pero no digo nada.
Me quedo callada y pienso.
Suspiro.
Te abrazo como para que sepas cuánto te quiero
para aferrarme a tu aroma y quedármelo todo,
y creer que no importa si te marchas mañana
-me miento-
desde siempre me sé derrotada.
Desde el comienzo me supe vencida.
Lo sé porque es mi costumbre:
perder de la vida aquello que vale
quedarme con las manos vacías y el alma cuarteada
pero igual te quiero
y me acurruco en tus brazos
para esperar que el día nos llegue.
[junio 27, 03:00]

martes, junio 26

De cronómetros y astrolabios


























Parto de la premisa principal de que el tiempo existe, que se puede medir.
Lo observo cuando camina en las manecillas de mi reloj descompuesto,
a veces salta hacia adelante, a veces hacia atrás.
Se nota su desesperación, su furia por saberse atrapado…
¿cuánto tiempo le cabe a un reloj?
-pienso-
¿cuántas veces se escapa y vuelve sin que nadie note su ausencia?
¿qué hace el tiempo cuando nos quedamos dormidos?
Seguramente vagar por el aire
¿acaso duerme?
¿sueña con viajes estelares?
¿dibuja rutas para nuestros cuerpos?
¿cómo navega por el mundo?

Tiempo que hacia adelante algunos llaman destino,
hacia atrás, karma
que ensortija los caminos o los hace vías rápidas
que todo lo cura
que todo lo olvida
que todo lo explica
o por lo menos, casi todo
porque
creo
-como acto suicida, como siempre-
-como se cree en la vida después de la muerte-
que no hay cronómetro ni astrolabio suficientes
para explicar el viaje
-o embeleso-
de mis manos por tu cuerpo.
[junio 26, 9:00]

¿Cuánto tiempo es un grano de arena?
















Era un charco inmenso
-casi laguna-
a veces desierto
con sus dunas espejismo
su arena derrotero.

Era un charco inmenso
lleno de flores y fruta,
momentos que transcurren de un bulbo a otro
matices que no siempre son bellos.

Era un charco inmenso
donde jugaba a chapotear como en la infancia
a patear el agua y mojar personas
salir corriendo
-y reír-
ver salamandras pariendo en medio del aire
y bautizarse los labios con gotas de charco.

Así era él
con sus mareas
a veces remolinos
con su llanto que llovía estrellas
universos centelleantes,
canciones,
versos sabor albaricoque

Así el charco de caramelo con sabor a las prohibiciones de los médicos
charco estéril,
sonoro,
 elocuente,
engañoso,
charco que canta melodías como misas de gallo
que baila con vaho de cielo.
 [junio 26, 02:50]

Fe
















la hora de la bruja y confieso:
soy hija de lilith,
absolución de las buenas costumbres
hechicera
demonia a la espera del juicio final
soy el caos de todas las cosas
el supuesto de una lejana posibilidad
-ni un anhelo siquiera-    
y con todo aquello
la continuidad de un tiempo indefinido
los quizás y múltiples hubieras
mi alcoholismo y la vida de excesos
la impertinencia de mis manos,
mi falta de palabras
-quizá de recato-
creo                         
con toda la fe de un corazón arrecho
-fabricado para no sé qué y en no sé dónde-
que quiero regalarme
para ser tu norte
tu frío
tu sueño
tu espejo
nuestro silencio
nuestro desvelo
el terreno fértil donde broten los deseos
el camino de tus manos
el canto de las sirenas
la perdición de la cordura
la caracola donde escondamos el mar,
            el tiempo,
 el aire
                                               donde hallemos refugio de la vida nuestra de cada día

[junio 26, 01;30]

viernes, junio 22

Prometea






























Las cosas existen porque puedes nombrarlas”
me dijiste…
Y yo que sólo conozco el lenguaje del cuerpo.
Yo que soy Prometea reinventada
la que agoniza voluntaria con tus besos
-suicida-
Eres Orfeo,
soy tu lira
el lugar donde logras todas tus escalas
y tú, música
me haces Titánides,
-madriguera de los desvelos-
Tetis.

Eres Oceáno
donde muero y engendro
ondinas
mares
olas
espuma
briza
sal
tu sal…
[junio 22, 10:35]

Ruido anaranjado














Abro los ojos, las puertas se cierran
confusión:
no sé dónde estoy
no me sé como antes lo hacía
el metro me aturde con su ruido anaranjado
gente que sale y empuja,
gente que huele a todojunto,
tu aroma rondando mi presente,
la imagen de un  nosotros que no existe.

El cuerpo se siente cansado
la lengua escaldada,
la piel abrazada por tu presencia escurridiza,
mis labios son pólvora que se enciende con saliva
-tu saliva-
mis murallas caen en medio de un estrépito que no conozco
(entre la ausencia de palabras)
“te quiero”  recuerdo que dijiste en algún momento
y esa frase me da miedo
me arroja contra un futuro que no tengo
“te quiero”… y el invasor se sintió invadido.

La alarma sonó para salvarme de aquel amor que se fragua en los desvelos
“ya es tarde y debes trabajar” alcancé a escuchar en la memoria
también te quiero, vociferé con el cuerpo
y ahora discurro en un paraje sin tiempo
sin saber si todo fue un sueño
[junio 22, 07:44] 

jueves, junio 21

Letanía # 1















Abrazo cálido
Ora pro nobis
Dulces labios que matan las sequías
Ora pro nobis
Candela de mis adentros
Ora pro nobis
Saliva para nuestros besos
Ora pro nobis
Tacto frenético que eleva mis gemidos-plegarias
Ora pro nobis
Labios que incitan al graznido de las aves
Ora pro nobis
Roce de tus dedos
Ora pro nobis
Causa de mis desvelos
Ora pro nobis
Sabor de mis ensueños
Ora pro nobis
Piel caramelo
Ora pro nobis
Causa mea laetítiae
Pro domo mea
Pro domo mea...
[junio 21, 15:00]

miércoles, junio 20

Diecinueve con veinte













Leo poemas que me dictan tus ojos.
Remarco algunas palabras imaginarias
-no todas-
sólo aquellas que creo adivinar de facto,
conjeturo lugares comunes donde confluyen frases sofisticadas de Darío o Neruda,
de Lorca o Pizarnik,
delineo tus labios en un recuerdo inmediato-lejano por la distancia de la mesa;
la mesa,
ese lugar-mobiliario-artefacto-barrera que sostiene una solitaria taza de café
que me aleja y me mantiene a una distancia irónicamente apropiada.
Pierdo el hilo de la conversación varias veces.
Lo notas.
No dices nada.
Tampoco yo;
fingimos en tácito acuerdo.
Miro por la ventana para hurgar en mis recuerdos
y entonces,
a las diecinueve horas con veinte minutos tiempo del centro
-y en el centro-
me estremeces
y quiero huir,
pagar la cuenta
mojarme bajo la lluvia,
desearte suerte y permanecer en silencio
                       -olvidarte, perderte-
abrazar mi almohada para provocar el olvido...
pero sería inútil:

hasta mis sábanas tienen la impresión de tu aroma,
el recuerdo de alguna noche nuestra.
Suspiro y me quedo a pesar de mis lágrimas o silencios,
o por lo menos, eso creo.


[Reforma, junio 20, 19:20]


viernes, junio 8















Como por azares o designios, aún no lo determino, hoy abrí los ojos luego de un sueño profundo, con una determinación fija: dejar de lado mis versos.
En aquel sueño veía moscas que reventaban en el aire. “Es el calor”, me dije. Andaba por lugares descocidos y sentía la distensión de mis músculos. El pecho, los muslos, la boca. Todo. Todo se escurría de mi esqueleto a una velocidad inusitada. Pero mi paso seguía andando. Y me despojaba de todo, me sentía en libertad. El aire se paseaba en mis costillas y sin saber cómo o de qué manera, me refrescaba la conciencia. Muchas horas anduve, muchas aves-esqueleto me acompañaron. Muchos cuervos se dibujaron en mis huesos y la playa comenzó a gustarme.
Después de esto decidí alejarme un tiempo, quizá no más del necesario, hacer una pausa y dejar de escribir poesía, si a esto se le puede llamar así; pero volveré. Lo sé. 

jueves, junio 7

Cartografías 8


















Tatuarse el cuerpo es:
llenarlo de aves
o flores de colores
claroscuros ilustrados con figuras versadas.

Es ruido que corre por la piel y la sangre
-zoología fantástica que cobra vida
en la repetición de las noches-
onomatopeyas gráficas
voces dibujadas o quizá indefinidas.

Es constelar un cielo con aroma
y sentir un dolor que satisface.

Tatuarse el cuerpo es dejarle pistas a alguien que no conozco
y pintarle un tour que atraviesa, esta... mi cartografía.


[mayo 22, 12:40]

Blancos 2





















No intentes parar mi vuelo,
no pidas que abrace el tiempo
menos que revele el alma.
Soy pájaro sin parvada.

No implores por estos besos,
tampoco exijas cariños,
ni de carne ni de verso:
soy ave omitida al arresto. 

Mis amores son pecado,
son también la penitencia:
vete, necio, y escápate.

Olvida idilios y las rosas,
amores y devaneos:
vete, necio, y escápate.