Era un charco inmenso
-casi
laguna-
a veces desierto
con sus dunas espejismo
su
arena derrotero.
Era un charco inmenso
lleno de flores y fruta,
momentos
que transcurren de un bulbo a otro
matices
que no siempre son bellos.
Era un charco inmenso
donde jugaba a chapotear como en la infancia
a patear el agua y mojar
personas
salir
corriendo
-y
reír-
ver
salamandras pariendo en medio del aire
y
bautizarse los labios con gotas de charco.
Así era él
con sus mareas
a
veces remolinos
con
su llanto que llovía estrellas
universos
centelleantes,
canciones,
versos
sabor albaricoque
Así el charco de caramelo con sabor a las prohibiciones de
los médicos
charco estéril,
sonoro,
elocuente,
engañoso,
charco
que canta melodías como misas de gallo
que
baila con vaho de cielo.
[junio 26, 02:50]
No hay comentarios:
Publicar un comentario