Tatuarse
el cuerpo es:
llenarlo de aves
o flores de colores
claroscuros ilustrados con figuras versadas.
Es
ruido que corre por la piel y la sangre
-zoología fantástica que cobra vida
en la repetición de las noches-
onomatopeyas gráficas
voces dibujadas o quizá indefinidas.
Es
constelar un cielo con aroma
y
sentir un dolor que satisface.
Tatuarse
el cuerpo es dejarle pistas a alguien que no conozco
y
pintarle un tour que atraviesa, esta... mi cartografía.
[mayo 22, 12:40]
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