la
hora de la bruja y confieso:
soy
hija de lilith,
absolución de las buenas costumbres
hechicera
demonia a la espera del juicio final
soy el caos de todas las cosas
el supuesto de una lejana posibilidad
-ni un anhelo siquiera-
y con todo aquello
la continuidad de un tiempo indefinido
los quizás y múltiples hubieras
mi alcoholismo y la vida de excesos
la impertinencia de mis manos,
mi falta de palabras
-quizá de recato-
creo
con toda la fe de un corazón arrecho
-fabricado para no sé qué y en no sé dónde-
que quiero regalarme
para ser tu norte
tu frío
tu sueño
tu espejo
nuestro silencio
nuestro desvelo
el terreno fértil donde broten los deseos
el camino de tus manos
el canto de las sirenas
la perdición de la cordura
la caracola donde escondamos el mar,
el tiempo,
el aire
donde
hallemos refugio de la vida nuestra de cada día
[junio 26, 01;30]
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