miércoles, junio 27

Costumbres














Te pregunto si volverás de tu viaje.
Me dices que sí y mencionas el día y la hora;
hago una mueca en la oscuridad que seguramente no notas:
“hay viajes de los que uno no vuelve del todo
aunque regrese a su punto de origen”.
-te digo-
mi pregunta velada era si volverás a mí después de tu viaje,
pero no digo nada.
Me quedo callada y pienso.
Suspiro.
Te abrazo como para que sepas cuánto te quiero
para aferrarme a tu aroma y quedármelo todo,
y creer que no importa si te marchas mañana
-me miento-
desde siempre me sé derrotada.
Desde el comienzo me supe vencida.
Lo sé porque es mi costumbre:
perder de la vida aquello que vale
quedarme con las manos vacías y el alma cuarteada
pero igual te quiero
y me acurruco en tus brazos
para esperar que el día nos llegue.
[junio 27, 03:00]

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