martes, agosto 28

Niña caustica


Niña caustica,
manantial erizo…
lloras por la muerte de abuelo.

Él ha muerto.
Lo mató la creciente,
el derrumbe,
el orgullo,
los años.

–Abuelo ha muerto–.
Le dices a tus hermanas,
a las hermanas de tu padre;
a la abuela.

Descubres que el eco también ha muerto.
No escuchas tu propia voz y piensas en su carne que ya no es,
en la sustancia, en el recuerdo de la infancia,
en la foto vieja de cuando eras la nieta de revista.

–Abuelo ha muerto–.
Te dices.
Y los árboles de mango,
la yuca,
las iguanas...

Niña caustica,
a ti la muerte también te arrasa.


 


lunes, agosto 13

Recuento

Con admiración a Ivonne Bordelois.
Me he traicionado a mí misma.
He olvidado uno a uno todos mis nombres.
Pido perdón.

Olvidé el sufrimiento de mi madre y mis abuelas.
No aprendí.
Pido perdón.

He querido morir tantas veces como he querido estar vida.
Pido perdón.

He sido arena y agua salada.
He lamido la sangre en mis heridas.
He vuelto a empezar.
He pronunciado mi voz frente al espejo.
He vuelto a amar.

Ya no pido perdón. 

By: @alas.nocturnas

miércoles, agosto 1

Muerte por asfixia


Y ahora digo
lo que he manifestado antes,
lo que mi silencio no calla,
lo que mi distancia denuncia.
Y vuelvo… como cada mañana,
y arremeto contra el insomnio,
contra la desilusión y la desgracia,
contra el engaño,
para escribir de madrugada,
mientras pienso:
que no hay injusticia que se escape
[pero siempre escapan].
Que mañana será otro día
[y eso es siempre una amenaza].
Que no me doblarán
[y el espíritu ya se ha hecho talla chica].
Que llegaré muy lejos
[pero el agotamiento me ha roto el alma].

Guardo compostura para esperar mi huida, para escuchar mi voz:

             La realidad es una brújula atorada en mi garganta.