y ahora soy yo la que se siente mal,
rara, distraída, absorta,
peleada con el presente,
con los ojos, con el alma...
desnuda
en medio de un tumulto que se avergüenza de mis carnes,
de mis anhelos.
Y me voy sintiendo hueca por las tardes,
cuando se acerca la noche
y se arremolinan los pendientes para el día siguiente,
cuando amanece,
al levantarme,
al mirarme al espejo para intentar lavarme la cara.
Sigo teniendo el fantasma de vos en cada momento,
me persigue,
me azota sin que lo evite, sin huir siquiera
y las pestañas se me pegan a los recuerdos,
al tiempo,
y quedan embarradas en un momento que no entiendo
2 comentarios:
hay ausencias que se llevan parte de lo que somos, pero siempre vuelven, de una u otra forma.
ya volverán entonces...
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