A FFD
Supongamos
que existe una realidad alterna.
Una donde
todo funciona y marcha bien.
Donde
las deudas no asfixian,
donde
el amor perdura,
donde
las noches son más largas
y no
es necesario marchar a un encierro de oficina.
Juguemos
a ser realmente libres
sin los
obstáculos sociales,
sin los
complejos aprendidos en la infancia,
sin la
atadura del tiempo.
Sí. Juguemos
a romper paradigmas,
porque
es urgente desafiar la realidad de ahora
para construir
el sueño futuro…
uno donde
pueda amarte cada noche,
con este
cuerpo, alocado, de sirena,
o pasear
por el campo sin la prisa del mañana,
o,
tan sólo, respirar la vida sin olor a miedo.
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