Los ojos de Ernesto son el sol y la luna…
alumbran por las noches, guían mis caricias hasta su piel
y por la mañanas dan la bienvenida al mundo con un reflejo de la vida entre sus piernas
No es Ernesto, son sus ojos,
no el vello que le cubre la cara ni el tono de su piel…
sólo sus ojos, globos terráqueos que contienen universos distantes
tampoco son sus brazos fuertes, como robles que me rodean cuando hace frío,
son sus ojos, espejos que devuelven una sonrisa embelesada.
No creo que se trate de sus manos grandes, esas que abarcan uno de mis pechos con solamente abrirla un poco
Esos ojos rapaces que devoran mi silueta con un parpadeo…
son los ojos de Ernesto…
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