¿A
dónde me escapo, Difunto?
si tu
aparición habita
de
continuo en mi mente?
Convertí
tu recuerdo
en la
medida obligada
de
todo beso y aliento.
Y busco
una piel amielada
en mi
rincón solitario
pero
sé con certeza
que
mi padecimiento
se
llama reminiscencia.
Dime
cómo, Difunto
tú
lograste olvidarnos,
cómo
tú has vuelto a amar.
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