Para O. S.
Un
tiempo viví en una ciudad alejada
donde
sólo existía el presente
extendido
para todas partes
-envolvente-
parecía
que el tiempo no transcurría jamás
sólo
estaba ahí, aterido, sin prisa ni ánimo
-consternado quizá-
tumbado
a lado mío
sin
nada que hacer
yo
miraba el río desde mi silla debajo del nanche
a
veces quería saltar
dar
brazadas a la libertad
dejar
al tiempo ahí, adormilado y solo
y
huir
porque
tanto espacio se hace cárcel
pero
nunca lo hice,
tan
sólo tomaba mi silla y la llevaba a otro sitio
y
veía las iguanas
y
dejaba todo en paz.
[Pensando en Villahermosa, abril 24, 12:34]
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