me quedo fría con los ojos del miedo
siento cada vivencia que resbala
y cae
-con estrépito-
a un olvido subyugado:
desconocerme pasado el tiempo
preguntar mi nombre
mis sueños
rescatarlos de un trozo de tinta con caligrafía desconocida
ignorar la historia de una piel aventurera
de unas manos de alfarero que lo tocan todo en todas partes
no saber mi risa
no saberme ya.
estaré
sus
pen
di
da,
aferrándome al hilo de conciencia que aún conservo
aguardando el día en que todo pierda.
[Diagnósticos, abril 14, 14:10]
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