La enfermedad es una sombra que
silencia.
Mi cuerpo es otro, lejano y
distante.
No es mío. Es otro.
Un cuerpo enfermo que se ha
vuelto carga y agotamiento.
No puedo respirar y mi voz
escapa.
No grita, no gime. Se esconde en
lo profundo de mi mente y escarba.
Un cuerpo enfermo que reflexiona
y piensa en el pasado,
en el futuro, en las galaxias…
pero jamás en el presente.
Temo un día que esa voz ya no sea
mía.
El mutismo me asusta.
Un cuerpo enfermo que no tiene
voz y no sabe qué decir.
Tiemblo mientras ese cuerpo se apodera de mi pecho.
No puedo respirar. No entiendo.
Tengo miedo y el llanto también
se ha ido,
se marchó de esta que no soy pero
que habito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario