Que
no se apaguen las luciérnagas, que no.
Que
no se acabe el aroma de mis gardenias, que no.
Que
no termine de amarte, que no.
Que
no pase la vida sin volver a sentirte,
sin
estrechar tu pecho,
tus
cambios de piel,
de
ideas,
de
rumbos,
de
postura.
Que
pase la noche de tu ausencia.
Que
sueñe contigo.
Que
me sigas de vuelta.
Que
seamos hogar.
Que
no se acabe mi plegaria, que no.
Que
la escuchen tu dios imaginario,
los ángeles
y los arcángeles del reino de los cielos;
que la
escuche Alá o Ra o Quetzalcóatl.
Que
no te olvides de todo, que no.
Que
me sueñes alguna noche para robarme un beso
y
cada poro de mi cuerpo te respire.
[17:03, AML]
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