by: Jackson Eaton |
No
soy una mujer arrojada,
si lo
fuera
—seguramente—
no
guardaría el secreto de tus ojos en mi desnudez
o de
tu voz en mis madrugadas.
Si
fuera cierta la leyenda urbana de mi locura crónica
y la
falta de sutileza constante en mis palabras
quizá
el mundo entero sabría mis ganas de tenerte.
Prefiero
pensar que soy una mujer mesurada,
una
que se conforma a ratos con lo que tiene de ti
con
el silencio y tu lejanía,
antes
que creerme transgresora
la
que toma lo que quiere y cuando quiere,
aquella
impertinente que goza de lo ajeno,
quien
evita los remordimientos.
[agosto 2, 17:50]
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