A todos mis diablos
Después
de recoger caracoles en la playa me fui a dormir.
Soñé
que los cangrejos me mordían los pies,
que
sus tenazas apretaban mi piel con saña.
¿A
dónde se van los cangrejos sin hogar?
¿a dónde?
Aparecen
y desaparecen entre los sueños y la arena;
buscan
el camino donde las brújulas
siempre apuntan al mar.
Soñé
que era un cangrejo
que mordía los pies de una mujer tostada por el
sol;
soñé que llegaba al mar
donde conjuraba tu nombre
donde yo era mi hogar.
[Veracruz, Puerto; julio 26, 19:25]
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