sábado, julio 21

Duelo













Tengo cinco minutos para lamer mis heridas;
para despedir tu cuerpo de mi cama,
tu presencia de mis noches,
tu sonrisa de mis ojos;
para llorar mis enfermedades,
mi cuerpo lacerado,
las cicatrices de la infancia

también aquellas de la maternidad

para llorar la ausencia de mis muertos,
la nostalgia de sus risas,
la cultura que me rige;
para ser víctima de las circunstancias.

Después de eso,

en el minuto seis

me pondré de pie,
iré a ver si puso la puerca,
si cantó el gallo,
si dios existe;
pero nunca

jamás mientras respire

me quedaré derrotada
llorando  mi zozobra.
[julio 20, 23:44]

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