Foto: Andrés Galindo |
Esa
mujer está nerviosa.
Se
toca el cabello muchas veces.
Espera
su turno.
Mira
alrededor como buscando un rostro conocido.
Tiene
la ficha 78.
Seguramente
tardan mucho
-se dice en voz baja-
Escucha
su nombre al final del pasillo.
Se
espanta.
Una
doctora la atiende.
La
recibe fríamente aunque le habla por su nombre.
La
desnuda un poco.
Le
muestra una aguja larga.
Se la
inserta en una vena sin demora.
La
mujer mira a todas partes, le duele.
Le dan
miedo esas cosas.
Siente
la sangre;
la
escucha.
Cuenta
los tubos de ensaye.
Van 6
y deja de hacerlo.
Pregunta
si está temblando.
La
doctora contesta que no.
Guarda
la esperanza de culpar a alguien más de sus mareos.
Esa
mujer te piensa
como
para distraer la mente
y
darle calor al cuerpo.
Sí,
calor.
Cada
que te piensa su temperatura cambia.
Esa
mujer sale sin despedirse de aquel consultorio.
Se
vuelve a formar.
De
nuevo tendrá un turno.
Esperará
que la llamen de algún lado.
Se
desnudará.
En
silencio seguirá las instrucciones.
Y
volverá a pensarte hasta que se acabe el día.
[julio 6]
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