Tu
piel es un distrito legislado,
mis manos
la insurrección consumada,
el
estado de sitio de tu cuerpo.
Y justo
ahora
-contigo tan lejano-
me da por creer en utopías,
por anhelar constituciones que normen los latidos
que contengan mis arrebatos,
-la candela de estas carnes-.
Justo
ahora…
cuando
la arena se disuelve allá contigo,
mientras
el estrés me tapa las arterias
y me
obligo a escribir algunas líneas.
[julio 2, 15:00]
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