Voy
dejando trozos de mí en todas partes.
La
piel me abandona en desbandada;
prefiere
tirarse al vacío que continuar sobre estos hombros.
Para
cuando vuelvas habré mutado en otra cosa
en
flor, en ave, en viento.
Terminaré
por cambiar pronto de envoltura
por
no saber qué soy,
pero
así pasa con frecuencia,
eventualmente
me transformo:
a veces
cuerva
a
veces loca
a
veces hielo
a
veces constrictora;
y podría
recordar mis vidas anteriores
antes
fui ermitaña
suicida,
demonia,
y justo
ahora
a las
diez de la mañana
en
una oficina de burócrata renegado
me
siento sola, atolondrada.
[julio 4, 10:43]
2 comentarios:
Me dejaste la piel vacía, la boca llena de huesos.
Que buen poema, Ylla¡
Besos
Ío
"La boca llena de huesos" y tu me regalas una imagen nostálgica y hermosa... gracias por tu lectura!!
Besos!
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